El Banco Central Europeo recortó su tasa de interés clave al 3,75 por ciento desde el 4 por ciento el jueves, la primera vez que recorta las tasas desde 2019. La medida del banco marcó una divergencia con la Reserva Federal de EE. UU., que mantiene altas tasas de interés frente a inflación persistente.
Al igual que los bancos centrales de todo el mundo, el BCE había aumentado las tasas de interés en los últimos dos años para combatir un aumento de la inflación, que comenzó cuando la economía global se recuperó de la pandemia de Covid-19.
El BCE empezó a subir los tipos de interés en julio de 2022, unos meses después que la Reserva Federal, poniendo fin a su era de tipos negativos. El aumento, de medio punto porcentual, fue el primero de 10 consecutivos para el banco europeo, llevando las tasas al nivel más alto en la historia del banco. Ha mantenido las tasas estables desde septiembre y la inflación en la eurozona es ahora más baja que en Estados Unidos.
La inflación ha sido un problema persistente para los gobiernos y responsables de políticas europeos en los últimos años, mientras la economía de la región se tambaleaba por un aumento en los precios de la energía después de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022. Las interrupciones en la cadena de suministro también afectaron duramente a las economías europeas. La inflación en la eurozona superó el 10 por ciento en octubre de 2022.
Sin embargo, en mayo de este año la inflación había caído al 2,6 por ciento en la eurozona. Esta cifra todavía está por encima del objetivo del BCE del 2 por ciento, pero se espera que se acerque a ese objetivo a finales del próximo año.
Incluso cuando el BCE reduce las tasas, la Reserva Federal ha señalado que no lo hará en el corto plazo. Si bien la economía de la eurozona se ha estancado en el intento del BCE de controlar la inflación, la economía estadounidense no se ha visto tan desacelerada por las tasas más altas. Los precios también han seguido subiendo más rápido que el objetivo del 2 por ciento de la Reserva Federal.
“Ya ha habido divergencias en las economías”, dijo Mariano Cena, economista de Barclays. “Entonces, si hay divergencia en la política, es porque sigue las diferentes trayectorias de las economías”.