Los ejecutivos de Vice Media están planeando despedir a varios cientos de sus más de 900 empleados durante la próxima semana, eliminando personal de su división de publicaciones digitales, según un memorando de la compañía enviado al personal el jueves por Bruce Dixon, el director ejecutivo.

Los recortes serán los últimos de una serie de recortes severos que la compañía ha soportado en los últimos años, reduciendo al coloso digital mundial a una cáscara de lo que era antes. Durante la última media década, Vice ha sufrido despidos casi anuales y pérdidas crecientes, y se ha declarado en quiebra, convirtiéndola en el modelo de la maltrecha industria de los medios digitales.

Cuando Vice salió de la quiebra el año pasado, algunos observadores esperaban que sus nuevos propietarios (un consorcio liderado por la firma de capital privado Fortress Investment Group) reinvirtieran para que la empresa volviera a crecer.

En cambio, Fortress ha decidido hacer recortes radicales, como parte de un intento de detener la interminable marea de tinta roja. La empresa tiene previsto informar a los empleados sobre su nueva estrategia comercial la próxima semana.

Dixon también dijo en el memorando, al que tuvo acceso The New York Times, que la empresa ya no publicaría en Vice.com.

“A medida que navegamos por el panorama empresarial en constante evolución, debemos adaptarnos y alinear mejor nuestras estrategias para ser más competitivos en el largo plazo”, escribió. También dijo que Vice estaba en conversaciones avanzadas para vender Refinery29, la división editorial de la compañía centrada en las mujeres.

Los despidos se producen en medio de fuertes vientos en contra para toda la industria de los medios. Durante el año pasado, casi todos los principales editores de noticias, incluidos The Wall Street Journal, The Washington Post, Vox Media y The Los Angeles Times, hicieron recortes en sus operaciones. El tráfico web hacia las organizaciones de noticias ha disminuido vertiginosamente a medida que los usuarios pasan tiempo con medios de comunicación no tradicionales como TikTok e Instagram.

Vice se encontraba en malas condiciones antes de esta serie de recortes planificados. La empresa ha sido puesta a la venta periódicamente durante los últimos dos años, ya que los beneficios prometidos durante mucho tiempo no se materializaron. A medida que el entorno empresarial para los medios digitales se volvió cada vez más precario, los ejecutivos apostaron por grandes y elaborados acuerdos de contenidos para clientes como el fabricante de cigarrillos Philip Morris International y Antenna, una empresa de medios griega.

Cuando se rescindió el acuerdo con Antenna el año pasado, la situación financiera de Vice se volvió desesperada y la empresa cayó en la quiebra. Pero incluso después de un proceso de venta supervisado por un tribunal, la empresa tuvo dificultades para alcanzar la rentabilidad y las facturas continuaron acumulándose.

Fundada hace más de dos décadas como una revista punk en Montreal, Vice aprovechó una creciente ola de inversiones de pesos pesados ​​de los medios como A&E Networks, Disney y la firma de capital privado TPG hasta una valoración de 5.700 millones de dólares. Pero la empresa sufrió un dramático cambio de suerte y luchó por estar a la altura de su espectacular valoración mientras el mercado de medios digitales se desplomaba, dejando a sus patrocinadores financieros y empleados sin retorno de su inversión.

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