Tras doce horas en el área de cuidado críticos del hospital Ramón Carrillo, el domingo a la noche murió el piloto de la avioneta que se estrelló en San Luis.
Esteban Asprella tenía 36 años y en ese viaje -del que aún no trascendieron detalles- llevaba al empresario Juan Chediack (69), uno de los arrepentidos en la causa de los cuadernos K y ex presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), quien falleció este lunes.
El piloto no pudo recuperarse de los politraumatismos y quemaduras que le produjo el impacto. Tenía el 90% del cuerpo quemado y estaba intubado por las heridas profundas que le habían afectado las vías respiratorias.
Chediack, con el 80% del cuerpo quemado, presentaba compromiso de la vía aérea, traumatismo grave de tórax y tiene fracturada la pierna izquierda. Murió a las 9 de este lunes, en el mismo hospital.
El tercer hombre a bordo era otro tripulante, Juan Ignacio Bilasio Barbeito (51), que sigue internado, con politraumatismo grave, fractura de pelvis y el 44% del cuerpo afectado por las quemaduras.
Al momento de la tragedia, se dirigían a la carrera de Turismo Carretera (TC) que se disputó el domingo en el autódromo Rosendo Hernández.
En el perfil de Facebook de Asprella, oriundo de Baradero, casi no hay fotos en las que no haya un avión a su lado.
Estudió en la escuela de aviación ETAP de Vicente López. Como él había detallado en en Linkedin, su relación profesional con los aviones empezó en 2007 cuando obtuvo su primer título por parte de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), como piloto de planeador.

Tenía más de 1.700 horas de vuelo en aeronaves Beechcraft Baron y King Air 90. La que se estrelló -por su tamaño, popularmente se la llama “avioneta”- era una Beechcraft G36 Bonanza, con la matrícula argentina LV-GLQ y perteneciente al aeroclub de Mendoza.
El impacto fue alrededor de las 10 de la mañana del domingo, durante el descenso para aterrizar en el aeropuerto puntano Brigadier Mayor César Raúl Ojeda.
Las causas del accidente aún se intentan determinar, pero se presume que se debió a las fuertes ráfagas de viento, que por momentos alcanzaban los 100 kilómetros. La aeronave se prendió fuego y se estrelló frente a la torre de control, del lado oeste de la pista.

Los fuertes vientos afectaron en ese momento a la ciudad de San Luis, según la Red de Estaciones Meteorológica (REM) de la provincia, que por momentos alcanzaron los 125 kilómetros por hora en la localidad de Donovan, a 10 kilómetros de la capital puntana.
El aeroclub Baradero, donde Asprella era instructor y tesorero, lo despidió con un mensaje en las redes en el que se destacó que “por sobre todas las cosas, era camarada y amigo“.
“Bebu”, como lo llamaban sus amigos, la semana pasada había celebrado el primer vuelo sin instructor de uno de sus familiares, Elías Asprella.
“Lamentable noticia, tuve la posibilidad de volar con Esteban en más de una oportunidad. Su conocimiento y profesionalidad siempre me dieron seguridad a la hora de evaluar los incendios, pero sobre todo lo buena persona. Hemos perdido a un gran ser humano, mis condolencias a su familia, amigos y compañeros del aeroclub“, posteó Gabriel Fontanari.
Además, María Cecilia Viviani escribió: “Bebu, no tengo dudas que en tu vuelo hacia lo más alto el Señor te recibirá en su morada para tu eterno descanso, fuiste una persona de bien en todos los sentidos. El compañero desde los inicios de Migue, juntos comenzaron lo que les apasionaba. Con Hugo te despedimos con mucha tristeza y dolor. Se te extrañará!!! QEPD querido Bebu!!!”.
El Club Sportivo Baradero también lo despidió: “Lamentamos la triste noticia del fallecimiento de Esteban Asprella, un socio e hincha de la institución que perdió su vida haciendo lo que amaba. Hijo y familiar de importantes dirigentes que pasaron y construyeron la historia de nuestra institución. Que en paz descanses, Esteban. Abrazo y fuerzas a toda la familia y seres queridos“.