En cuestión de días, la capital de Siria, que alguna vez fue el bastión del gobierno de Bashar al-Assad, se convirtió en el epicentro de un nuevo capítulo en la historia del país después de que las fuerzas de oposición invadieron la ciudad. Christina Goldbaum, corresponsal del New York Times, viajó a Damasco para descubrir cómo estaban reaccionando los residentes ante el repentino avance de la guerra civil de 13 años, cuando más de cinco décadas de gobierno brutal de la dinastía Assad llegan a su fin.

Compartir
Exit mobile version