Los trabajadores electorales verifican su información y aceptan su boleta.
Los votos falsos o ilegales son raros. Las máquinas y el personal de votación pueden cometer errores menores al aceptar las papeletas, pero existen controles para detectarlas. La verdadera amenaza es la percepción de que el fraude es un problema generalizado, dicen funcionarios y expertos, si impide que los votantes acudan a las urnas o alimenta el malestar.
¿Interferirán los observadores electorales?
Los trabajadores electorales locales cuentan los votos
La mayoría utiliza tecnología para contar las papeletas y mantener un registro en papel para auditarlas.
¿Será más difícil votar por correo?
La mayoría de los votantes tendrán una experiencia perfecta al emitir un voto por correo, pero un mayor número de estos votos podrían ser impugnados en 2024. Algunos estados adoptaron reglas más estrictas después del aumento de la votación por correo en 2020, como requisitos más estrictos de firma o identificación y plazos de devolución de boletas más cortos.
¿Qué pasa con la interferencia extranjera?
Las agencias de seguridad estadounidenses dicen que los adversarios extranjeros no pueden alterar los resultados de nuestras elecciones. En cambio, pueden difundir afirmaciones falsas sobre los resultados que ponen en riesgo al personal electoral y su trabajo.
¿Están en peligro los trabajadores electorales?
Los administradores electorales, que se han enfrentado a un aumento de amenazas personales desde 2020, se están preparando para las protestas, algunas contratando guardias de seguridad e instalando botones de pánico. Las protestas podrían poner en riesgo el recuento oportuno de los votos.
Después de que los funcionarios locales revisen y certifiquen los resultados, los estados deben finalizarlos antes del 11 de diciembre.
¿Qué pasa si los resultados son impugnados?
Los recuentos son automáticos en algunos estados si los resultados son ajustados, y los candidatos y votantes pueden solicitar o demandar un recuento en otros. Las demandas que impugnan los resultados o alegan fraude podrían retrasar el recuento final en algunos lugares, aunque los tribunales deben actuar con rapidez.
¿Podrían los funcionarios negarse a certificar?
Las juntas del condado deben certificar sus resultados una vez que se completen las verificaciones. Pero desde 2020, funcionarios de al menos 20 condados en ocho estados han votado para denegar o retrasar la certificación, y muchos han hecho afirmaciones falsas de fraude.
Los estados pueden acudir a los tribunales para obligar a las juntas a certificar. Es poco probable, pero una larga batalla legal podría impedir que un estado certifique sus resultados antes de la fecha límite, lo que podría poner en riesgo el recuento de sus electores.
El Colegio Electoral elige al presidente en función de los resultados estatales. Los electores se reunirán el 17 de diciembre.
¿Qué pasa con los electores falsos?
La Ley de Reforma del Conteo Electoral, aprobada en 2022, deja claro que el principal funcionario electoral del estado debe certificar los electores comprometidos con el candidato que obtenga la mayor cantidad de votos.
Los intentos de los aliados de Trump en 2020 de presionar a los funcionarios para que designen electores suplentes en los estados donde perdió serían casi imposibles según la nueva ley.
A los funcionarios electorales y a los expertos les preocupa que las afirmaciones falsas sobre votos y electores fraudulentos puedan provocar protestas y poner en riesgo la capacidad de los electores para votar.
Congreso realiza el conteo final
El 6 de enero, un Congreso recién elegido se reúne en el Capitolio para finalizar los votos electorales, supervisado por el vicepresidente.
¿Podrían rechazar los resultados?
Es posible que algunos miembros del Congreso se opongan a la certificación de votos electorales de un estado. Necesitarían apoyo tanto de la Cámara como del Senado para impugnar los resultados, y una mayoría de ambas cámaras para rechazarlos.
Si ningún candidato obtiene la mayoría de los votos electorales, la Cámara votaría para elegir al presidente.
Los miembros del público que se opongan a los resultados podrían protestar, como lo hizo una turba enfurecida el 6 de enero de 2021, para intentar impedir que el Congreso cuente los votos electorales. El Departamento de Seguridad Nacional ha dicho que aumentará la seguridad el 6 de enero.