Los planes del museo para dos nuevos sitios –uno en Guernica y otro dentro de la reserva de Urdaibai– han provocado la ira de los activistas que advierten sobre la degradación ambiental.

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Planes para establecer una nueva Museo Guggenheim El puesto de avanzada en Guernica y la reserva de la biosfera de Urdaibai en España han provocado controversia.

Mientras que los partidarios argumentan que el desarrollo podría rejuvenecer económica y culturalmente la región vasca del norte de España –particularmente dado que el buque insignia del Guggenheim en Bilbao es elogiado como un factor clave en la transformación económica y social de la ciudad– los críticos han expresado preocupaciones sobre el daño potencial al área natural protegida.

El museo propuesto estaría ubicado en dos sitios: uno en la ciudad de Guernica (famoso sobre todo por el cuadro homónimo de Picasso) y otro dentro de la reserva de Urdaibai.

Los opositores, incluidos Greenpeace y Ecologistas en Acción, sostienen que el proyecto se lanzó sin suficiente consulta pública y advierten que podría transformar la zona en un punto turístico, lo que provocaría daños ambientales irreversibles. Temen que una afluencia de turistas requiera nueva infraestructura –como carreteras y hoteles– que podría comprometer el estatus de protección de la reserva de biosfera.

Aunque los proponentes del proyecto, incluidos (como era de esperar) la Fundación Guggenheim y el gobierno vasco, ven el museo como una forma de generar empleos, estimular las empresas locales y mejorar servicios esenciales como el transporte y la atención médica, no todos están convencidos.

Los escépticos cuestionan si el turismo es el enfoque correcto para la zona, destacando preocupaciones sobre las implicaciones económicas y ambientales más amplias. Se proyecta que el nuevo museo atraerá al menos 140.000 visitantes al año, lo que hace sonar la alarma de que esta afluencia podría alterar el ecosistema local, que sustenta tanto la vida silvestre como las aves migratorias.

“Lo principal aquí es que el proyecto no es el resultado de ningún diagnóstico, programa o planificación”, dijo a The Guardian Joserra Díez, miembro de la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop. “Es algo que surgió debido al hambre de la Fundación Guggenheim en bilbao para ver cómo puede ampliar su exitoso proyecto de museo”.

Los funcionarios vascos, sin embargo, sostienen que el proyecto aún se encuentra en sus primeras etapas y que se realizarán consultas públicas antes de tomar cualquier decisión final. Afirman que el desarrollo se alineará con las medidas de protección ambiental y que el museo planea gestionar el número de visitantes para mitigar cualquier daño potencial.

“Según los datos de desarrollo, esta zona es la segunda más deprimida del País Vasco…”, afirmó Juan Ignacio Vidarte, director general del Guggenheim Bilbao. “Creemos que un determinado tipo de turismo, pero no cualquier tipo de turismo, es compatible (con el estatus de Urdaibai como reserva natural) y creemos que el proyecto que proponemos lo ha tenido muy en cuenta”.

En medio de una reacción (a veces agresiva) contra los turistas y el turismo en toda España en los últimos años –incluidos los visitantes que rociados con pistolas de agua en Barcelona – muchos residentes locales temen que el exceso de turismo también llegue pronto a sus puertas.

Fuentes adicionales • Guardián

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