Michelle Yeoh estaba en una llamada por Zoom con su familia de Todo en todas partes al mismo tiempo -incluidos sus coprotagonistas Jamie Lee Curtis, Ke Huy Quan y James Hong y los directores Daniel Scheinert y Daniel Kwan- cuando recibió la noticia que la hizo “estallar de alegría”: estaba nominada como mejor actriz protagónica por su interpretación de la propietaria cascarrabias de una lavandería en la película, un viaje de ciencia ficción a través del tiempo, el espacio y la experiencia humana.
Ahora es la ganadora del Oscar a la mejor actriz por su rol en Todo en todas partes al mismo tiempo. Se lo dedicó a su madre y a todas las madres del mundo, “porque ellas son las verdaderas superheroínas”.
“Queremos tomarnos de la mano, aunque ellos están en los Estados Unidos y yo en París, y por eso nos hemos puesto a gritar”, declaró por teléfono poco después de que se anunciaran las nominaciones. No es para menos: Todo en todas partes al mismo tiempo lidera la lista de candidaturas al Oscar. nadie la alcanzó. Tiene 11 nominaciones, incluida la de mejor película.
En caso de ganar, Yeoh -que nació en Malasia y se convirtió en una estrella de cine en Asia antes de dar el salto a todo el mundo en películas como El tigre y el dragón (2000) y Locamente millonarios (2018)- se convertiría en la primera mujer asiática en ganar un Oscar como actriz principal. Ya ganó su primer Globo de Oro.
A la fecha ganó 41 premios por su actuación en Todo en todas partes… y tuvo (y mantiene porque algunas premiaciones aún no se han realizado) 49 nominaciones más.
“Noventa y cinco años de Oscar”, dijo. “Por supuesto, estoy en la luna, pero me siento un poco triste porque sé que sabemos que hubo actrices increíbles de Asia que vienen antes que yo, y me paro sobre sus hombros”. Y añadió: “Espero que esto haga añicos ese maldito techo de cristal hasta el infinito, que esto continúe y que veamos más caras nuestras ahí arriba”.
Yeoh, de 60 años, dijo que la película, que se estrenó en 2022, en marzo en los Estados Unidos, en junio en la Argentina y ahora volvió a reestrenarse a pocas semanas de la entrega del premio de la Academia, y se convirtió en un sorprendente éxito de taquilla en medio de la pandemia, resonó en parte porque llegó “en un momento en el que todos necesitábamos curarnos”.
Explicó: “Hemos pasado por un momento tan loco y caótico en nuestras vidas, y todos necesitábamos algo que nos llenara de esperanza y nos asegurara que pudiéramos mostrarnos unos a otros amabilidad y compasión y amor y nunca renunciar a tu familia”.
La esperanza era lo más importante para la actriz, que a principios de la semana de la nominación al Oscar respondió a la convocatoria masiva en Monterey Park, California, una comunidad asiático-americana donde se celebraba el Año Nuevo Lunar.
“En un momento en que nuestra comunidad debería estar celebrando nuevos comienzos, ahora estamos de luto”, publicó en Instagram, luego del tiroteo y la masacre ocurridos allí.
Cuando se le preguntó por su nominación en un momento de tristeza, dijo: “Una cosa que todos necesitamos siempre es esperanza”, y añadió: “Siempre tenemos que ser capaces de levantar la cabeza y seguir adelante. Todos tenemos el corazón roto por lo que ha pasado en Monterey Park”.
De qué va la película
El núcleo de la película es una tensa relación madre-hija, dos personajes que luchan por navegar por realidades cotidianas muy diferentes (y por irrealidades interdimensionales muy diferentes). A Yeoh no le sorprendió que esta dinámica resonara en tantos espectadores, pero se ha sentido conmovida por su poder curativo. Mujeres mayores se le han acercado para decirle que, aunque no entendían la película, les ha ayudado en la relación con sus hijas.
Yeoh recuerda a una espectadora que le contó que su hija, de la que estaba separada, se había puesto en contacto con ella después de años sin hablarse. “Ahora hemos estrechado lazos y tenemos una relación gracias a tu película”, recordó Yeoh que dijo la mujer. “A veces, cuando llega una película como ésta y sientes que has curado a la gente, es un premio increíble”.
Para Yeoh, una antigua doble de acción que lleva décadas trabajando en la industria, Todo en todas partes al mismo tiempo fue un escaparate de sus variados talentos. Reflexionar sobre su larga carrera puede ser agridulce, dijo, “pero luego, en otros momentos, es como, que me encanta lo que hago. Siento una gran pasión por la interpretación cinematográfica y todo eso. Así que no lo haces por los premios. Lo haces porque quieres dar lo mejor”.
“Pero claro, por favor, dame el maldito Oscar”, dijo riendo. “Es sólo un homenaje para decir: nunca te rindas. Si creés en vos mismo, nunca te rindas. Me costó 40 años, pero ya está aquí”.
Su vida
Michelle Yeoh nació en Ipoh, Malasia. Habla inglés, malayo y chino. Bailarina de ballet desde los 4 años, se mudó a Londres para estudiar en la Royal Academy cuando era adolescente. Después de una breve carrera como bailarina, ganó el título del concurso de belleza Miss Malasia y el título del concurso de belleza Miss Moomba en Melbourne, Australia, a principios de la década de 1980.
Su primer trabajo en cámara fue un comercial de 1984 con la estrella de artes marciales Jackie Chan (“Jackie es como un hermano mayor para mí”, ha dicho). En 1985 comenzó a hacer películas de acción con D&B Films de Hong Kong. Primero fue anunciada como Michelle Khan, luego como Michelle Yeoh.
Nunca fue una artista marcial entrenada, confiaba en su disciplina de baile y en los entrenadores en el set para prepararse para las escenas de acción de artes marciales.
Michelle utiliza muchos movimientos de baile en sus películas, y hace la mayoría de sus propias acrobacias. En 1988, se casó con el ejecutivo de D&B Films, Dickson Poon, y se retiró de la actuación. Aunque se divorciaron en 1992, ella se mantiene cercana a la segunda esposa de Poon y madrina de su hija.
Cuando volvió a actuar, se hizo muy popular entre el público chino. Más tarde se dio a conocer al público occidental a través de su papel en la película de James Bond El Mañana nunca muere (1997), al lado de Pierce Brosnan, y en la fenomenalmente exitosa El tigre y el dragón (2000). Y se dio el lujo de rechazar un papel en una secuela de Matrix (1999).
“La razón por la que decidí esperar dos años después de la película de Bond y trabajar con Ang Lee en una película de artes marciales es porque realmente creo que este género merece más respeto y dignidad que nunca dijo en su momento-. Antes la gente lo veía como un cuento de hadas; sintieron que podían tomárselo con calma.”
“Pero no debería ser por eso. Está tan arraigado en nuestra cultura que debería tener más profundidad. Nunca es fácil encontrar ese equilibrio, cuando se trata de un tipo de película tan mágica, para hacerte aceptar nuestro vuelo hasta los cielos. . . Era un riesgo, pero cuando hicimos esta película, era para un público también occidental”.
Por Maya Salam. The New York Times
Traducción: Patricia Sar
POS
