La mujer, de 30 años, tiene numerosos antecedentes por venta de drogas. Hasta estuvo presa en el penal de Ezeiza.
Una joven que registra condenas y causas abiertas por narcotráfico, pero había sido beneficiada con la prisión domiciliaria para cuidar a sus pequeños hijos, fue detenida por la Policía de Misiones en la ciudad de Apóstoles cuando transportaba en su camioneta 26 kilos de marihuana y nueve envoltorios con 144 gramos de cocaína.
Los agentes de la Policía de Misiones la sorprendieron cuando llegaba a una plazoleta, aparentemente para concretar una entrega.
Ayelén Gigena, de 30 años, intentó escapar en su camioneta 4×4 cuando advirtió movimientos raros en la madrugada de este martes en la plazoleta de la avenida Sarmiento.
Los policías de Investigaciones y Drogas Peligrosas ya tenían información certera de que la mujer había incursionado nuevamente en la comercialización de estupefacientes en Apóstoles, una ciudad que está a 70 kilómetros de la capital provincial.
Gigena intentó escapar realizando una brusca maniobra, momentos en el que se le apagó el motor de su camioneta y rápidamente fue rodeada.
En el asiento trasero, los agentes hallaron un bolso con 24 bolsas plásticas con cogollos de marihuana y los envoltorios con clorhidrato de cocaína.
Además, en su poder tenía 155.000 pesos, un pequeña balanza, tarjetas de crédito y un teléfono celular que ahora será peritado en busca de información que podría derivar en nuevos procedimientos.
Cuando los policías la llevaron a la comisaría, corroboraron que Gigena tenía antecedentes por comercialización de drogas en la ciudad.
Su primera detención ocurrió a mediados de 2018, cuando Gendarmería allanó su casa y la arrestó junto a su pareja por vender marihuana en un edificio cercano a colegios secundarios de la ciudad.
Al año siguiente, la joven y su marido fueron condenados a cuatro años de prisión en un juicio abreviado, pero su paso por la cárcel fue breve, ya que los jueces accedieron a excarcelarla para que pudiera “cuidar a sus hijos”.
Al año siguiente volvió a quedar imputada junto a tres hombres en una causa por transporte de estupefacientes. En 2021, Gendarmería nuevamente la vinculó con el mundo del narcotráfico y Gigena volvió a prisión por un tiempo. Incluso estuvo alojada en el penal de Ezeiza.
El año pasado regresó a un calabozo, pero esta vez en la Alcaidía de Mujeres de Posadas, que depende del Servicio Penitenciario Provincial pero aloja también a detenidas por delitos federales. Estuvo allí cuatro meses y a mediados de diciembre la Justicia Federal accedió a otorgarle la prisión preventiva que reclamaba su defensor.
Como Gigena no tenía colocada una tobillera electrónica que permitiera monitorear sus movimientos, desde el Juzgado habían recomendado a Gendarmería que realizaran constantes vigilancias para corroborar que estaba cumpliendo con las condiciones que se le fijaron al momento de otorgarle la prisión domiciliaria.
EMJ