El director técnico de Talleres, Pedro Caixinha, lo anticipó un par de días antes del partido que quedó en un segundo plano: “la batalla del Fortín”, dijo y no se equivocó. El portugués no auguraba los incidentes de la tribuna, pero el modo en que graficó el partido ante Vélez se ajusta a lo sucedido en términos de violencia.
El presidente del Consejo de Seguridad Deportiva de Córdoba (COSEDEPRO), Marcelo Frossasco, dispuso temprano la prohibición del público visitante para el partido del miércoles y dispondrá un operativo a fin de identificar hinchas de Vélez.
La consecuencia inmediata entonces es la prohibición de hinchas visitantes en el Mario Kempes cuando el miércoles el Fortín viaje a Córdoba para definir el pase a semifinales de la Copa Libertadores, tras el 3 a 2 de la ida. La reacción del organismo de Seguridad de Córdoba es para prevenir lo obvio: que lo más radicalizado del público cordobés le devuelva a los de Vélez la golpiza propinada en Liniers.
Por la tarde, el club determinará el modo en que los hinchas de Vélez que ya adquirieron entradas para el partido recuperarán el dinero invertido.