Hay jugadores que duermen en el banco de suplentes. La vida está llena de semejanzas: es difícil estar siempre preparado para jugar el tiempo completo. El cansancio, las lesiones, las enfermedades, no ayudan a cumplir objetivos. Existe potencial; uno lo sabe. Conocemos nuestros dones y flaquezas. Es importante ser fuerte y perseverante, pero no alcanza. El afecto y la compañía son instancias clave para poder seguir. La cancha se embarra, los botines dejan marcas en el campo y en el alma.
Es imprescindible dejarlo todo, caminar mirando para adelante. Se reciben golpes, se transpira la camiseta, las rodillas quedan peladas, así y todo, no siempre se gana. Por eso es importante hablar con el entrenador, sugerirle, suplicarle ser tenido en cuenta, él sabe cómo y por qué hace las cosas. Es un observador meticuloso, conoce el juego, lo ve de afuera.
Estos últimos días elevé mi mirada al cielo, quise parecerme en algo a Messi, poder cantar victoria, salvarme, relativizar las derrotas… Me detuve en todo aquello que fue posible: las jugadas acertadas, las caminatas charlando con el director técnico, la luna entrando por las celosías, el sueño de una noche de verano, la placidez del agua fresca haciendo ruido y chorreando a borbotones…
De repente, entra luz, se abre la ilusión, cae papel picado, aparece una mano amiga que nos salva, nos subimos las medias hasta la rodilla, quedan tres minutos de un tercer tiempo extendido. El DT nos dice: “Entrá, te toca probar suerte”.
Roberta Garibotti
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OTRAS CARTAS
La Selección y los valores a seguir
Lo que la Selección Argentina nos dejó fue mucho más que haber ganado un Mundial, que de por sí para todos los que amamos el fútbol nos pone inmensamente felices. Esta Selección se manejó con valores, sabiendo ser flexible en cada partido y dentro de cada partido. El entrenador supo mantener su liderazgo y templanza permanentemente, rodeándose de colaboradores que también están a la altura. Los jugadores interpretaron a la perfección el rumbo. Se los notaba concentrados en cada función, pero a la vez disfrutando de sus logros.
Estoy convencido que el próximo líder que tome los destinos de nuestro país tendrá que tener la sabiduría y el discernimiento para interpretar lo que necesita el pueblo argentino como nación. Valores. Tener el foco claro, estar rodeado de buenos colaboradores y lograr con sus adversarios políticos mínimos consensos, para que mi amado país sea campeón mundial de la resiliencia. Los argentinos nos merecemos ser una república próspera.
Fernando Gustavo Hoffmann
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Una de las cosas que más me emocionó de este Mundial fue ver al equipo argentino en el que cada uno valoraba y respetaba al resto. No hubo egoísmos ni intentos de brillar individualmente, todo se hizo con y para el equipo. Y probablemente eso fue lo que los llevó tan lejos.
Si pudiésemos aprender y tener esa actitud en la casa, la pareja, la familia, el laburo, el barrio, el país y el mundo… seríamos mas felices y viviríamos con más justicia. Porque, aún en los momentos de fracaso y error (como le ocurrió a la Selección), nunca nos sentiríamos solos. La vida va y viene, te da y te saca, te pone en la cima y luego en el pozo más profundo; la diferencia sólo ocurre cuando alguien te tira una mano y te dice: “En esta estamos juntos”.
¡Felicidades Argentina! Que tengan un fin de año en paz, vivido con alegría y esperanza realista. Y que en el 2023 puedan disfrutar de todo aquello que se merecen.
Maria Laura Aued
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“Burla flagrante” al Estado de derecho
Asistimos a una grave colisión entre poderes. A una ruptura que sume, en la anomia, a la Argentina toda. Con su desobediencia a un fallo de la Corte Suprema de Justicia, el Presidente alienta un sinfín de rebeldías futuras. Es muy probable que el ciudadano común, ante un proceder inédito y de final incierto, se pregunte qué razón tendría para continuar siendo esclavo de la ley si la máxima autoridad nacional, de manera ostensible, la viola. A los alarmantes índices de inflación, pobreza e inseguridad, se añade ahora un factor que pone en peligro el imperio del Estado de derecho.
Sobre la vicepresidenta pesa una condena reciente. En la eventualidad de que Casación y la Corte la avalaran, resulta ilusorio creer que habrá pena efectiva, en su domicilio, para la dos veces titular del Ejecutivo. Lo único que podría torcer este lamentable designio sería que los mecanismos jurídicos prevalezcan por encima de los insensatos arbitrios desatados.
Alejandro De Muro
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El malabarismo es el arte de manipular y ejecutar espectáculos con uno o más objetos a la vez, procurando que ninguno de ellos caiga al suelo, para lo cual es necesario contar con habilidad psicomotriz por parte del malabarista. Alberto Fernández ha demostrado desde los inicios de su gestión su vocación por el malabarismo como también su ineptitud para evitar que se le caigan los elementos al piso.
En su última actuación, al desacatar el fallo de la Corte Suprema en favor de la Ciudad de Buenos Aires en la disputa de fondos con el Gobierno Nacional, el primer mandatario, abogado, docente universitario, ha logrado que se le caigan todos los objetos de su biblioteca y ya no le queda uno solo para continuar practicando malabarismos. Lamentablemente ha hecho dar en la tierra uno que es primordial para el funcionamiento normal del país y sus instituciones: la Constitución Nacional.
Oscar Edgardo García
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Acatar el fallo de la Corte Suprema es un signo de humildad republicana, es aceptar la potestad constitucional de dirimir los conflictos en ciertas circunstancias (se sometieron al fallo el día que aceptaron su imperio para dirimir la cuestión planteada). No acatar el fallo, según sugerencia de algunos gobernadores, sería un alzamiento contra la forma republicana de gobierno y colocaría a sus responsables en la comisión de delito flagrante, con las consecuencias que esta situación conlleva. Que la cordura llegue a nuestros gobernantes.
José Mancera
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