Con el Obelisco de fondo y una multitud cautiva, se está celebrando este sábado la gala de las finales de la 20° edición del Mundial de Baile de Tango. Una competencia protagonizada por 40 parejas en categoría Pista, mientras que en Escenario son 20 las duplas que buscarán llevarse el premio mayor.
Graciela Fernández (60) esperaba sentada junto con su amiga, con la que hace varios años viaja en auto desde San Pedro a la Ciudad para ver el Mundial de Tango. “Todos los años leo y me informo sobre el Mundial porque me apasiona el tango. Tratamos de venir siempre a este evento porque la verdad es de primer nivel, nos encanta ver como interpretan el tango las personas de otros países”, explicó a Clarín.
Para Graciela, el tango significa “felicidad y pasión”, la misma que le trasmitieron sus padres, sobre todo su papá. “Bailaban muy lindo y cuando yo quise aprender a bailar, mi padre ya no podía por problemas respiratorios: no pude aprender con él. De grande, cerca de los 50 años, conseguí una escuela de danza y comencé a tomar clases”, contó.
Al son del acordeón que sonaba en el escenario, a un costado de la multitud, Mirko Dorosuk (17) y Carla González (18) estaban vestidos para bailar, aunque no iban a participar. “Estamos aprovechando para bailar entre nosotros, porque nos encanta”, remarcó Carla.
“Me encanta la música, el estilo y la elegancia del tango”, reiteró Mirko, que es de Ucrania. El joven, entre risas, explicó un trato que hizo cuando conoció a Carla: “Ella me hizo amar el tango y yo le enseñé a bailar ucraniano”.
La música comenzó a sonar en el escenario y los participantes comenzaron a ingresar en fila. Unos saltando de la mano de su compañero o compañera de baile, otros tirando besos a la multitud.
Ahí estaba Roberto Guevara junto a su mujer, saludando con sus dos brazos a su hijo y con ganas de ir corriendo a darle su último aliento antes de que tocara el escenario. “Venimos desde Santiago del Estero, porque participa un hijo nuestro. Nos da mucha alegría porque llegó a la final. Y aparte, estamos confiados de que va a andar bien. Esperamos tener buenos resultados. Esto para él es un sueño, baila desde los 15 años“, manifestó.

El tango se baila de a dos, pero también se disfruta en familia y Alejandra Lazo aprovechó para ir junto a sus dos hijos, Santiago y Mateo, y su marido. “A mí me encanta. La verdad que es muy emocionante, y muy sentido. Y además es para disfrutar en familia. Este tipo de propuestas no solo ayuda a mostrar la ciudad, sino también a compartir con la gente este hermoso género”, sintetizó.
Según estimaban desde la organización, alrededor de las 20 se conocerían los ganadores, que subirán a celebrar su triunfo en el escenario montado sobre Diagonal Norte y Carlos Pellegrini.