Enojadas manifestaciones por la respuesta de España a las inundaciones interrumpen la visita del rey al suburbio afectado de Valencia.

Cientos de residentes de un suburbio de Valencia gravemente afectado por las mortales inundaciones de la semana pasada protestaron durante una visita del rey español Felipe, la reina Letizia y el primer ministro Pedro Sánchez, y algunos manifestantes les arrojaron barro.

Gritando “¡Asesinos, asesinos!” El domingo, expresaron su enojo por lo que los residentes locales percibieron como alertas tardías de las autoridades sobre los peligros de las inundaciones del martes, y luego una respuesta tardía de los servicios de emergencia cuando ocurrió el desastre.

“Por favor, los muertos todavía están en los garajes, las familias buscan a sus familiares y amigos. Por favor, vengan, sólo pedimos ayuda… Todo lo que queríamos era que nos avisaran y nos habríamos salvado”, gritó una residente, Nuria Chisber, informó la agencia de noticias Reuters.

En un momento de la visita al arrasado barrio de Paiporta, Felipe, vestido con una sencilla gabardina oscura, distinguible de lejos por su estatura y sus cabellos grises, sujetaba a su hombro a un hombre que lloraba.

Imágenes en línea mostraron a su esposa, Letizia, llorando mientras abrazaba a algunos residentes.

Su cabello y rostro tenían restos de barro y uno de sus guardaespaldas tenía sangre en el rostro, aparentemente por un objeto arrojado. Los guardaespaldas habían abierto paraguas para intentar proteger a la realeza.

La emisora ​​nacional española RTVE informó que el bombardeo dirigido a la realeza incluyó algunas piedras y otros objetos duros y que dos guardaespaldas fueron atendidos por heridas.

La cadena dijo que los monarcas y los funcionarios cancelaron otra parada el domingo en un segundo pueblo muy afectado, Chiva, aproximadamente media hora al este de la ciudad de Valencia.

El número de muertos por las peores inundaciones repentinas en la historia moderna del país aumentó a 217 el domingo, casi todos ellos ocurridos en la región de Valencia, con más de 60 de ellos solo en Paiporta.

La reina Letizia de España habla con los afectados por las inundaciones (Hugo Torres/AP)

juego de culpas

El Gobierno central ha dicho que emitir alertas a la población es responsabilidad de las autoridades regionales, mientras que las autoridades valencianas han dicho que actuaron lo mejor que pudieron con la información de que disponían.

Decenas de personas seguían desaparecidas y unos 3.000 hogares no tenían electricidad, dijeron las autoridades.

El dirigente regional valenciano, Carlos Mazón, que también visitó Paiporta en medio de insultos de los manifestantes, escribió en X: “Entiendo el enfado del público y por supuesto me quedaré a recibirlo. Es mi obligación política y moral. La actitud del Rey esta mañana ha sido ejemplar”.

Miles de tropas y policías adicionales se unieron al esfuerzo de socorro durante el fin de semana en la mayor operación de este tipo en tiempos de paz en España.

Las inundaciones del 29 y 30 de octubre envolvieron calles y pisos inferiores de edificios, arrastrando automóviles y pedazos de mampostería en mareas de barro.

La tragedia es el peor desastre relacionado con inundaciones en Europa en un solo país desde 1967, cuando al menos 500 personas murieron en Portugal.

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