El Espanyol se sintió frustrado por su derrota en casa ante el Villarreal el jueves, ya que el equipo de Manolo González desperdició una ventaja de 1-0 para perder 2-1. Para un aficionado, llevó las cosas demasiado lejos después de que sonó el silbato final.
Mientras el árbitro Alejandro Quintero González y su equipo arbitral caminaban hacia el túnel del Estadio Stage Front, alguien que estaba presente arrojó una botella. Le dolió, pero afortunadamente solo fue en la zona del abdomen, por lo que no sufrió ninguna lesión importante.
Sin embargo, se trata de un incidente increíblemente grave que los organismos autorizados del fútbol español no tolerarán. La búsqueda ya está en curso para encontrar al perpetrador.
No ha sido una buena semana para los árbitros de La Liga, tras las recientes polémicas que involucran al Real Madrid y también al centrocampista del Getafe Christantis Uche. Seguramente habrá respuesta del Comité Técnico de Árbitros (CTA) tras este vergonzoso suceso en Cataluña.