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Los manifestantes se han negado a abandonar tres pasos de cebra en un pueblo español para impedir que los turistas visiten su playa.
Unos 80 peatones cruzaron la calle repetidamente el domingo por la tarde en Hio, Galicia, lo que provocó largos atascos.
Los habitantes de la zona están descontentos con la congestión del tráfico provocada por la afluencia de bañistas en los meses de verano.
“No se trata de fobia a los turistas: se trata del derecho de los lugareños a vivir en paz”, dijo Mercedes Villar, líder de la asociación de residentes de Hio que está detrás de la protesta.
Los bloqueos coordinados en tres pasos de cebra duraron alrededor de 20 minutos y provocaron que varios conductores dieran la vuelta y buscaran rutas alternativas.
La Sra. Villar dijo que los habitantes de la localidad habían exigido sin éxito que las autoridades locales tomaran medidas para reducir el tráfico. También querían evitar el uso excesivo de las playas, que, según ella, se estaban “degradando”.
Hio, en la península del Morrazo, es conocida por sus playas salvajes y atrae a visitantes de toda España. La frustración de los gallegos por su presencia ha dado lugar a un aumento del uso del apodo de “fodechinchos”, que se aplica a los turistas impetuosos o maleducados, normalmente de Madrid.
La palabra, que regularmente es tendencia en las redes sociales, se refiere originalmente a los turistas que robaban la pesca a los pescadores locales.
Pero ahora, según Antón Losada, escritor y periodista gallego, abarca a los visitantes que “ignoran las advertencias de mareas peligrosas” o “no les gusta oírnos hablar en nuestra lengua gallega”.
Los propietarios de un popular bar-restaurante de Mera, Galicia, anunciaron que cerrarán en la semana de mayor actividad del año, del 12 al 19 de agosto, para evitar el “estrés y la tensión” que provocan los maleducados turistas españoles.
Al reabrir la semana pasada, el bar Puerto Martina colocó un cartel que decía: “Estás entrando a una zona libre de fodechincho”.
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En el resto de España, este año se han producido grandes protestas contra el impacto del turismo de masas en las islas Canarias, Baleares y Barcelona. Entre las quejas más habituales se encuentra la saturación de playas y servicios por parte de visitantes, principalmente extranjeros.
Los extranjeros suponen alrededor del 30 por ciento del total de visitantes anuales a Galicia. Muchos de ellos acuden atraídos por el Camino de Santiago de Compostela, en lugar de por las playas de la región, más populares entre los visitantes españoles.
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