La unidad de camiones de Toyota Motors acordó declararse culpable de cargos penales y pagar 1.600 millones de dólares en sanciones civiles y penales por ocultar fraudulentamente el exceso de emisiones de los motores diésel vendidos en Estados Unidos, dijo el miércoles la Agencia de Protección Ambiental.
Durante más de una década, Hino Motors, una subsidiaria de Toyota, presentó datos de pruebas falsos para cumplir con los requisitos de contaminación y obtener aprobación para instalar motores diésel en camiones pesados, dijo la EPA. Los datos presentados por Hino también exageraron la economía de combustible de los vehículos, dijo la agencia.
La parte penal de la multa, 522 millones de dólares, es la mayor en un caso de emisiones desde que Volkswagen acordó en 2016 pagar sanciones civiles y penales por un total de 15 mil millones de dólares para resolver acusaciones de que ocultó el exceso de emisiones de los automóviles diésel que vendía en Estados Unidos. El tamaño de las sanciones en el caso Hino refleja “la atrocidad de la conducta y el flagrante desprecio por el programa de certificación de la EPA”, dijo la agencia.
California, que tiene requisitos de emisiones más estrictos que el gobierno federal, recibirá 237 millones de dólares como parte de un acuerdo.
La EPA no tiene los recursos para probar todos los vehículos vendidos en los Estados Unidos y depende de los fabricantes para proporcionar datos de emisiones de sus productos. Las violaciones de Hino fueron descubiertas después de que la agencia realizó sus propios controles, dijo la agencia.
En un comunicado, la compañía dijo: “Hino reveló voluntariamente estos problemas a las autoridades estadounidenses en 2019 y ha brindado lo que el Departamento de Justicia de EE. UU. ha llamado una cooperación ‘ejemplar’ con la investigación del Departamento de Justicia. Los acuerdos resuelven todos los asuntos legales pendientes de la compañía en los Estados Unidos relacionados con sus problemas de emisiones heredados”.
Los motores diésel producen grandes cantidades de óxidos de nitrógeno, que están relacionados con el asma, problemas cardiovasculares y otras dolencias graves, y contribuyen al cambio climático. Los fabricantes de automóviles utilizan tecnología para controlar la contaminación, pero agregarla a los motores encarece los vehículos y puede afectar su desempeño. Varios fabricantes de automóviles han sido sorprendidos haciendo trampa.
La mala conducta de Hino involucró 110.000 motores que fueron importados e instalados en camiones que la compañía vendió en Estados Unidos entre 2010 y 2022, dijo la EPA. Como parte de un acuerdo, que debe ser aprobado por un juez federal, a Hino se le prohibirá importar motores diésel a Estados Unidos durante cinco años. También retirará del mercado motores de camiones de los años modelo 2017 a 2019 y realizará modificaciones para que cumplan con las regulaciones de emisiones.
Hino también acordó mejorar sus controles internos para evitar futuras malas conductas. Y la compañía financiará programas diseñados para compensar el exceso de contaminación de sus motores que, por ejemplo, reemplazarán los viejos motores diésel en 35 barcos y entrenarán locomotoras con motores más limpios.
La reducción resultante de la contaminación equivaldrá a sacar de circulación 110.000 camiones, dijo la EPA.