Cuando Meta introdujo una opción de suscripción el año pasado que permitiría a los usuarios de la Unión Europea pagar por una experiencia sin publicidad de Instagram y Facebook, tenía como objetivo solucionar los problemas regulatorios que enfrentaba la empresa en la región.
El plan creó, en cambio, nuevos dolores de cabeza de carácter jurídico.
El lunes, los reguladores de la Unión Europea dijeron que la suscripción de Meta, que cuesta hasta 12,99 euros al mes, equivalía a un esquema de “pago o consentimiento” que requería que los usuarios eligieran entre pagar una tarifa o entregar más datos personales a Meta para utilizarlos en publicidad dirigida. .
Meta introdujo la suscripción el año pasado como una forma de abordar el escrutinio regulatorio y legal de su modelo de negocio basado en publicidad. Lo más preocupante fue la combinación de datos recopilados por la empresa sobre los usuarios en sus diferentes plataformas, incluidas Facebook, Instagram y WhatsApp, junto con información extraída de otros sitios web y aplicaciones.
Meta argumentó que al ofrecer una suscripción, los usuarios tenían una alternativa justa.
Pero los reguladores dijeron el lunes que el sistema no era una opción en absoluto, y que obligaba a los usuarios a pagar por la privacidad. Las autoridades dijeron que la política de Meta violaba la Ley de Mercados Digitales, una nueva ley destinada a controlar el poder de las mayores empresas tecnológicas.
La ley, conocida como DMA, tiene como objetivo evitar que las grandes empresas de tecnología utilicen su tamaño para obligar a los usuarios a aceptar términos de servicio que de otro modo rechazarían, incluida la recopilación de datos personales. La preocupación era que plataformas como Instagram y Facebook se utilizan tan ampliamente que las personas tienen que elegir entre entregar sus datos o no unirse en absoluto.
Los reguladores dijeron que la ley exigía que las empresas permitieran a los usuarios optar por no recopilar sus datos personales y al mismo tiempo obtener una “alternativa menos personalizada pero equivalente” del servicio.
“El modelo de negocio de ‘pago o consentimiento’ de Meta viola la DMA”, dijo Thierry Breton, el comisario europeo que ayudó a redactar la ley. “La DMA está ahí para devolver a los usuarios el poder de decidir cómo se utilizan sus datos y garantizar que las empresas innovadoras puedan competir en igualdad de condiciones con los gigantes tecnológicos en el acceso a los datos”.
En un comunicado, Meta dijo que el servicio de suscripción cumplía con la Ley de Mercados Digitales y que trabajaría con los reguladores europeos para resolver la investigación.
La semana pasada, Nick Clegg, presidente de Meta, dijo que Europa se estaba quedando atrás económicamente debido a la excesiva regulación. “La complejidad regulatoria de Europa y el mosaico de leyes en los diferentes estados miembros a menudo hacen que las empresas duden en lanzar nuevos productos aquí”, dijo.
El anuncio del lunes es un paso más en un proceso más largo. La Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque de 27 naciones, tiene hasta marzo para completar su investigación. Si es hallada culpable, Meta podría enfrentar multas de hasta el 10 por ciento de sus ingresos globales y hasta el 20 por ciento por reincidencia.
Meta es la segunda empresa que enfrenta cargos en virtud de la Ley de Mercados Digitales. La semana pasada, la comisión presentó cargos contra Apple por prácticas comerciales desleales relacionadas con la App Store.