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El año pasado se coronó la ‘podredumbre cerebral’ Palabra del año del Diccionario Oxfordun término que captaba las preocupaciones sobre el impacto del consumo de “cantidades excesivas de contenido en línea de baja calidad, especialmente en las redes sociales”.

Ahora, hallazgos recientes de la Asociación Estadounidense de Psicología confirman que la pudrición cerebral no sólo es real y más que una efecto secundario meme: es un verdadero síndrome neurocognitivo que causa daños mensurables.

El estudiartitulado “Feeds, Feelings, and Focus: A Systematic Review and Meta-Analysis Examining the Cognitive and Mental Health Correlates of Short-Form Video Use”, vincula directamente el contenido de vídeo de formato corto (SFV) de plataformas basadas en algoritmos como TikTok, Instagram Reels y YouTube Shorts con la pudrición cerebral.

Los investigadores analizaron datos de 98,299 participantes en 71 estudios y descubrieron que cuanto más contenido breve mira una persona, peor es su rendimiento cognitivo en lo que respecta a la atención y el control inhibitorio.

Y los vídeos se ven mucho, ya que el análisis muestra que actualmente los jóvenes pasan una media de 6,5 horas al día online.

El estudio afirma: “Según este marco, la exposición repetida a contenidos altamente estimulantes y de ritmo rápido puede contribuir a la habituación, en la que los usuarios se vuelven insensibles a tareas cognitivas más lentas y que exigen más esfuerzo, como la lectura, la resolución de problemas o el aprendizaje profundo”.

La habituación estimula el sistema de recompensa del cerebro que, según el estudio, refuerza el uso habitual, lo que puede conducir a “aislamiento social, menor satisfacción con la vida e incluso autoestima e imagen corporal”. Como si eso no fuera suficientemente malo, un mayor uso de las plataformas también está relacionado con un peor sueño, un aumento de la ansiedad y la soledad.

En resumen, la exposición excesiva a contenidos digitales de baja calidad tiene un impacto notable en el funcionamiento de nuestro cerebro. Cuanto más miras cortos en plataformas como TikTok, más disminuye tu capacidad de atención, lo que afecta tu salud mental y tu pensamiento crítico en el proceso.

“En general, estos hallazgos resaltan la importancia de comprender las implicaciones más amplias para la salud del uso de SFV, dado su papel generalizado en la vida diaria y su potencial para afectar la salud, el comportamiento y el bienestar”, escriben los investigadores.

“Al sintetizar la evidencia actual, este estudio proporciona una base fundamental para futuras investigaciones que exploren dominios de salud poco estudiados (por ejemplo, salud cognitiva, salud física) y ofrece ideas para guiar el discurso público y el desarrollo de enfoques basados ​​en investigaciones para promover un compromiso más equilibrado con los SFV”.

Entonces, ¿sospechas que sufres de atrofia cognitiva? Tal vez deje que el ciclo de retroalimentación de la dopamina descanse y lea un libro. Al menos eso es lo que estamos intentando.

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