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En una calle concurrida junto a un canal en el centro de París, donde las paredes generalmente están cubiertas de graffiti y explosiones de pintura en aerosol, algo único ha tomado forma.

Una imagen no garabateada pero cuidadosamente pegada, pieza por pieza, sobre una pared de ladrillo. Un niño en bicicleta arroja un periódico con tanta fuerza que destroza un muro de piedra.

El proyecto es la idea de múltiples organizaciones no gubernamentales (ONG), incluidos europeos sin fronteras, dibujos animados para la paz y los reporteros sin fronteras.

Una docena de voluntarios jóvenes, muchos de antecedentes y vecindarios desfavorecidos, unidos para crear conciencia sobre la libertad de prensa en todo el mundo, a través del arte.

“Es importante celebrar esta libertad”, dijo Naomi, un voluntario de 20 años.

“En algunos países, se censura la libertad de la prensa. A algunos no se les permite publicar o poner sus ideologías en la prensa. Este collage está allí para mostrarle al mundo que la prensa no se trata solo de artículos, también se trata de dibujar y arte. A través del arte, podemos expresar muchas ideas y temas”, dijo a Euronews.

Muchos turistas y locales tomaron un breve momento para observar y disfrutar de la nueva obra de arte. “Es genial ver esto”, dijo Sandra, una turista estadounidense que se topó con el collage.

“Está muy acorde con París y lo que representa París. Y en Estados Unidos en este momento, podríamos usar algo de libertad de prensa”, agregó.

En su ranking anual 23, publicado el 2 de mayo, los periodistas sin fronteras advirtieron que la creciente presión financiera sobre los medios de comunicación plantea una amenaza real para el público en general. La ONG enfatizó que las cargas financieras pueden limitar el acceso a información confiable.

“Aunque Europa permanece en la cima de la clasificación por región, está cada vez más dividida. Podemos ver que la situación para la libertad de los medios está bajo una gran amenaza, particularmente en Portugal, Croacia y Kosovo. Incluso Francia ha caído en cuatro puntos en comparación con el año pasado”, dijo Léa Rocchiccioli, directora de campaña de europeos sin Borders.

Entre los que observaron al grupo se encontraba Wimar Verdecia, un dibujante cubano, que actualmente vive en el exilio en Francia.

“Me da un poco de esperanza ver que la gente está interesada en los dibujos animados de prensa, incluso el arte callejero”, dijo.

Para Rocchiccioli, la caricatura es un símbolo que llama la atención sobre la importancia de informes precisos.

“Es un mensaje positivo”, dijo. “Puedes ver que es un periódico que desglosa ese muro. Queríamos comenzar un debate marcado con esperanza en el espacio público”.

El dibujante original, Guffo, con sede en México, fue contactado a través de una videollamada por el orgulloso grupo de adultos jóvenes.

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“Me siento muy honrado”, exclamó, presenciando su arte que cruzó las fronteras y provocó un diálogo significativo.

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