La práctica artística, que permite la creación y recreación de espacios sociales como campos de prueba para la formación de comunidades, es un medio importante de expresión sociocultural, participación y diálogo. En consonancia con esta idea, “actuar como práctica social” capta la esencia de mi trabajo artístico y mis preocupaciones sociopolíticas y educativas. Con mi personaje ficticio, el hombre árabe estereotipado, “Ahmad Al Ahmad”, he estado abogando por el diálogo intercultural, la diversidad y la participación desde 2019. Como “sensibilizador intercultural”, animo a diferentes grupos de audiencia a traspasar los límites de la aceptación de sí mismos y de los demás y a cuestionar los prejuicios, siempre integrados en un programa de comedia inmersivo.
Fondo
En Alemania, la identidad ha desempeñado desde hace mucho tiempo un papel central en el debate sobre la inmigración. La construcción de conceptos para una identidad alemana se lleva a cabo en condiciones histórico-sociales concretas, lo que tiene un fuerte impacto en las experiencias de los inmigrantes en Alemania, ya que a menudo son objeto del debate en lugar de ser percibidos como agentes por derecho propio. Mientras estas condiciones se excluyan de la reflexión, seguirán afectando negativamente a las comunidades inmigrantes.
El término político “Leitkultur”, que puede traducirse como cultura guía o líder, resulta particularmente problemático en repetidas ocasiones. Originalmente concebido para concebir un conjunto básico de valores (occidentales) sobre los que una comunidad puede ponerse de acuerdo en un consenso dinámico, el término ha llegado a abarcar normas y tradiciones estáticas consideradas fundamentales para la identidad de una sociedad. Este concepto se utiliza como un “término de combate” en relación con la integración, la inmigración y la identidad nacional, especialmente en lo que respecta a los valores culturales construidos como normas estáticas y exclusivas que los recién llegados deben adoptar o asimilar cuando viven en Alemania. La Leitkultur suele ser decidida por la sociedad mayoritariamente blanca e implica distintos elementos de “alterización” de comunidades con orígenes divergentes.
Las estadísticas muestran que hoy en día casi 23 de los 81 millones de habitantes de Alemania han vivido la experiencia de la migración o tienen historias de migración, por lo que el concepto de una identidad nacional alemana supuestamente estática no sólo se ve cuestionado, sino que no se puede sostener. Los “nuevos alemanes” se hacen oír cada vez más y están a la vanguardia de la conformación de una nueva identidad inclusiva, hiperdiversa y dinámica. Esto, a su vez, es muy cuestionado no sólo en el discurso político conservador de derechas, sino también en la corriente dominante, y el proceso está lejos de haber concluido. A diferencia de Estados Unidos, Alemania todavía tiene dificultades para aceptar la realidad de ser una sociedad inmigrante de facto.
El papel del teatro
En mi práctica teatral, uso el concepto de Leitkultur y sus implicaciones como base para mis intervenciones.
Como se ha demostrado anteriormente, el discurso político en Alemania no está exento de fricciones y conflictos, lo que provoca un choque cultural entre los alemanes, que se sienten desorientados e indefensos ante lo que perciben como extraño o ajeno. Se supone que este choque cultural conduce a la pérdida de identidad, un escenario que resulta más amenazador para las personas con experiencia migratoria, pero que, al mismo tiempo, es un terreno potencial para el diálogo en el que se pueden abordar de igual a igual los temores interrelacionados.
El papel y el impacto de Ahmad
En mi espectáculo unipersonal, Ahmad al Ahmad – El espectáculoMi objetivo es destacar que la comunicación intercultural requiere que los individuos sean conscientes de sus propias ideas y comprensión de la identidad. Esta conciencia afecta sus prácticas, encuentros e interacciones cotidianas, así como los debates políticos. En las sociedades modernas, las personas pertenecen a muchos “submundos” diferentes. La mayor movilidad ha reducido la importancia del principio regional-espacial, lo que ha dado lugar a nuevas experiencias culturales potencialmente enriquecedoras, pero posiblemente amenazantes, y a un anhelo por el hogar o un sentimiento de pérdida. De ahí su virulencia el concepto de una identidad estática o esencial que sustituye a los antiguos sistemas espaciales o sociales de pertenencia multidimensionales.
En mi trabajo teatral, busco cuestionar los estándares tradicionales que se utilizan para decidir quién pertenece a Alemania, haciendo hincapié en la ciudadanía en lugar de los factores culturales (esencialistas) o la continuidad regional. Al priorizar los principios legales, espero ofrecer una comprensión más transparente y justa de la identidad alemana y la inclusión en una sociedad donde muchos “árabes” o “turcos” y otros se han convertido en ciudadanos desde hace mucho tiempo.
Quiero destacar la importancia de reconocer la realidad diversa de los migrantes y de las personas con antecedentes migratorios en Alemania hoy en día. Es esencial abordar los desafíos que enfrenta la sociedad alemana en relación con los acontecimientos sociales e internacionales, incluida la globalización y el papel de Alemania como destino de los migrantes. En lugar de enmarcar los desafíos resultantes como problemas específicos de los migrantes, es importante reconocer que todas las personas que no están dispuestas a enfrentar sus propias inseguridades y preocupaciones sobre los “otros” o “extraños” percibidos pueden sentirse amenazadas y pueden desarrollar estereotipos negativos sobre los adversarios percibidos, mientras que los desafíos más urgentes son globales y solo pueden abordarse juntos.
Involucrar a la audiencia
En mi trabajo, hago hincapié en que la integración y la autorrealización de los inmigrantes no se pueden lograr únicamente a través de demandas políticas o dentro de la esfera privada. En cambio, requiere un esfuerzo colectivo y un diálogo de igual a igual dentro de la sociedad, donde se escuchen voces diversas y se les atribuya capacidad de acción. Ahmad, en el espectáculo, interactúa con todos los elementos de su identidad “árabe” en interacción con miembros de la sociedad “alemana” circundante, lo que genera efectos cómicos. El verdadero poder de Ahmad reside en su comprensión de la impotencia para afectar a las estructuras sociales más amplias, transfiriendo la tensión a los espectadores de la sociedad de acogida y abriendo nuevos espacios de diálogo y comprensión al cuestionar perspectivas establecidas y cambiar suposiciones.
Un enfoque pedagógico
En términos del concepto de Teatro del Oprimido de Augusto Boal, mi enfoque es una práctica pedagógica con intenciones políticas. Ahmad se enfrenta a las formas europeas de opresión, como la soledad y la incapacidad de comunicarse con los demás. Trabaja con métodos de comunicación intercultural diseñados originalmente para la formación intercultural en el mundo empresarial. Esto incluye la comprensión de la identidad cultural, la comunicación verbal y no verbal, los valores y las normas, el estatus, la diferencia entre compasión y respeto y el reparto del poder.
Mis intervenciones teatrales tienen como objetivo crear un espacio fuera de los modelos dualistas para categorizar a los individuos como “nosotros” o “extranjeros” en el debate migratorio en curso en Alemania, abriendo el camino a lo que llamo una tercera cultura. Este espacio reúne ambos extremos del espectro: la sociedad receptora y las personas con historias de migrantes. Al combinar el aporte artístico y los enfoques pedagógicos del teatro, pretendo ampliar las perspectivas, abrir espacios para nuevas experiencias y construir puentes. Mi espectáculo no se detiene en contar una historia de migración y las experiencias que Ahmad tuvo como refugiado. En un nivel más profundo, intenta crear un espacio donde la cultura pueda ser compartida y adaptada. Lo logro involucrando al público a través de una variedad de elementos inmersivos durante el espectáculo, a veces irritantes y a veces destinados a hacer audibles voces que rara vez se escuchan, pero siempre dentro de un espacio seguro moderado suavemente por la figura aparentemente humilde o ingenua de Ahmad.
El tratamiento de temas difíciles y el abordaje de desafíos sociales se benefician además de la combinación de comedia escénica con formatos adicionales que van desde mesas redondas con un marco político hasta talleres que abordan cuestiones planteadas durante el espectáculo. Las plataformas de redes sociales como Facebook, Instagram y YouTube brindan otros medios para llegar a un público más amplio y compartir mis hallazgos e ideas sobre la inclusión y la lucha contra la discriminación. Permiten una participación amplia, donde Ahmad facilita los debates con el toque humorístico y suave que es característico de su personaje. El contenido generado todavía se archiva en varias plataformas y sirve como memoria digital de un período específico.
En mis talleres utilizo métodos pedagógicos teatrales para hacer tangibles los conceptos teóricos para los participantes y darles un medio para probar diferentes roles y posiciones, reflejando sus creencias y brindándoles nuevas opciones para la interacción social. La combinación de aportes artísticos y pedagogía teatral permite afinar las irritaciones, ampliar las perspectivas, dar la bienvenida a nuevas experiencias y construir puentes. Los debates sobre el trauma, la migración forzada y el empoderamiento de los grupos e individuos marginados son parte integral de este proceso. Con mi espectáculo, así como con un marco más amplio de formatos construidos en torno a los mismos temas, pretendo fomentar una comprensión más profunda de la diversidad cultural, promover la comunicación intercultural y contribuir a una sociedad inclusiva que acepte su hiperdiversidad fáctica y llegue a verla como un recurso para abordar los grandes desafíos de hoy.
La versión completa del artículo Actuar como práctica social: el teatro como herramienta para iniciar el diálogo en una sociedad de inmigración hiperdiversa está disponible en The Theatre Times.